MI ESCUELA REFLEXIONA

La violencia en las escuelas no es nada nuevo; golpea muy fuerte a la juventud y es reflejo de la sociedad, por lo tanto, la responsabilidad no es sólo de las escuelas, sino de todo el conjunto social.
Investigar sobre los motivos que pueden llegar a causar la violencia, es un compromiso para contribuir en la formación de estudiantes comprometidos con la práctica de valores de respeto, honestidad, tolerancia, amor, entre otros, ya que en el diario vivir se evidencian conflictos de agresión física en la escuela. Son distintos los autores que tratan este tema desde diferentes puntos de vista y casi todos coinciden en identificar la preocupante y creciente realidad de trato violento en que se convive.
Mostrar que hay diferentes formas de trabajar la violencia en las aulas es uno de los objetivos. Porque si no se puede erradicar totalmente, si se puede ayudar a que se mejore el convivir, brindarle a los alumnos diferentes formas de solucionar sus problemas es otra de las alternativas que contribuyen a disminuir el índice de violencia y asi evitar que lleguen extremos y lamentar una desgracias.
La escuela vive una profunda crisis, en la cual la comunidad es participe de lo que se ve se vive y se siente. También se sabe que es un tema difícil de solucionar, pero el compromiso de comenzar desde las aulas, para que esta crisis no siga afectando cada vez mas la convivencia. Se sabe que los niños no son los culpables de esta situación por si solos, sino que por muchas razones son producto de la educación impartida en la familia.
Se sabe que la violencia históricamente se da desde los más remotos tiempos y que la escuela se han incrementado diferentes formas para erradicarla. Como docente se tiene la obligación de implementar estrategias lúdico-pedagogías que cambien las formas violentas y agresivas por comportamientos respetuosos y pacíficos..


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